viernes, 30 de julio de 2010

Desvarios y proyectos.

De vez en cuando es necesario tomarse un respiro en el camino. Sentarse en lo alto de una montaña y contemplar todo lo que a ella le rodea, acariciando con las pupilas el horizonte e intentar llegar más allá. Hoy es una de esas noche de reflexión, con el justo toque de licor y los besos de una ligera brisas que humedece mis labios.



Bajo las ruinas de Ampurias


Y ahora que puedo pausar el pensamiento, analizar lo vivido y prepararme para lo venidero, ahora que mis versos se cuelan por todos los rincones y dan de beber en clave de sol a los corazones de los soñadores. Es el momento de encender un quinqué y adentrarse por las sombras que invaden el desván de mi imaginación, extrayendo de mi interior la esencia más pura que conforma mi alma pirata y reflejarlo sobre el papel, cuyos cabellos ya amarillean.

No conforme con ello, prometo no callar, alzar siempre el florete de negros crespones y atacar a diestro y siniestro sin clemencia, prepárense, la sangría puede ser legendaria.

Los nuevos proyectos hay que insinuarlos poco a poco. Seguiré informando.

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